¿Blanco o negro? ¿Por qué no mejor gris?


La educación, como evidentemente todas las partes que integran la sociedad van cambiando con el paso del tiempo. Sin embargo, este cambio puede producirse de diversas maneras. En un primer lugar podemos encontrarnos ante un cambio drástico causado por alguna represión anterior o bien un cambio sólo en una parte y no en el conjunto y no descartamos la posibilidad de que se den los dos cambios a la par.

Si observamos por un momento qué está pasando en nuestra sociedad y cómo estamos actuando las personas vemos que hay grandes dificultades por encontrar el equilibrio, el punto que nos proporciona muchas veces sentimiento de paz y felicidad, el punto que muchas veces necesitamos para sentir paz y felicidad. El equilibrio, precisamente eso no es lo que caracteriza a la situación en la que nos encontramos y menos si hablamos de la educación.

Tiempo atrás, las clases eran generalmente el reflejo del sistema político dictatorial predominante en la sociedad, que a pesar de su posterior abolición siguieron manteniendo una postura excesivamente autoritaria y ejerciendo clases meramente magistrales y unidireccionales. Como respuesta a este modelo, fueron surgiendo otros con un carácter más liberal y donde el alumno ya iba tomando más protagonismo.


Sin embargo, parece ser que nos quedamos en esa etapa, donde el alumno simplemente fue un poco más activo, pero realmente sigue sin ser, en muchos casos, el protagonista principal de la construcción de su aprendizaje. Nos estancamos en ese punto.

Ahora, vivimos en un momento de nuestra historia en el que la tecnología es uno de los fundamentos de nuestra sociedad y por tanto de nuestras aulas. Pero igualmente que nos estancamos en la metodología “de papel”, lo hemos hecho con la “digital” porque únicamente introducimos recusos TIC (pizarras digitales, ordenadores...) pero no los integramos en nuestra didáctica. Es decir, hablamos de ese tipo de cambio donde evoluciona sólo la tecnología y no la enseñanza ni el aprendizaje en su conjunto. No estamos aprovechando la gran cantidad de posibilidades que nos ofrecen las tecnologías para tratar la información de la manera en la que todo el mundo en su casa ya lo está haciendo. Este tratamiento digital de la información mediante diferentes recursos (como por ejemplo pueden ser el Google Docs, los Blogs o el Google Earth), si se lleva a cabo de manera adecuada permiten que se produzca un proceso consciente de contrucción de significados, de interrelaciones entre diferentes competencias y conocimientos y un elevado grado de motivación por aprender, porque se está haciendo de forma funcional.

Además, debemos intentar también que nuestra metodología no coja como base una única corriente psicológica, como es el caso de la cognitivo-constructivista y desechando la conductista como si fuera negativa en su totalidad. Dicho de otro modo, no es conveniente que seamos llevemos a cabo un cambio en el que elijamos un extremo u otro, o blanco o negro, o conductista o constructivista.

Realmente necesitamos una urgente formación del profesorado para que los cambios que se produzcan en educación se produzcan de manera simultánea y equilibrada con respecto a los cambios que acontecen en el resto de ámbitos de la sociedad.






0 comentarios:

Publicar un comentario